El Vaticano negocia para indemnizar a las víctimas del exnuncio pederasta fallecido
Josef Wesolowski, el primer alto cargo eclesiástico que iba a ser
juzgado por un tribunal, ya había sido condenado por la justicia
eclesiástica
Fuentes de la Santa Sede dudan de que su muerte se debiera a causas naturales tras encontrarlo sin vida durante su arresto domiciliario
Roma se ha puesto en contacto con algunas víctimas para contemplar alguna cantidad compensatoria pese a que no habrá juicio
Fuentes de la Santa Sede dudan de que su muerte se debiera a causas naturales tras encontrarlo sin vida durante su arresto domiciliario
Roma se ha puesto en contacto con algunas víctimas para contemplar alguna cantidad compensatoria pese a que no habrá juicio
Muerte natural. Fallo cardíaco. Éste fue el resultado final de la autopsia realizada al exnuncio de República Dominicana
Josef Wesolowski. El polaco fue encontrado muerto a las cinco de la
madrugada del pasado viernes, sentado delante de la televisión
encendida, en el cuarto de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, donde se encontraba bajo arresto domiciliario a la espera de ser juzgado por abusos sexuales a menores y tenencia de material pornográfico.
Justo antes de convertirse en el primer alto cargo eclesiástico juzgado
en tribunales vaticanos por un delito de pederastia, que podría llevar a
la Santa Sede a tener que indemnizar a las víctimas de quien fuera
embajador del Papa en República Dominicana. La muerte del ex obispo deja
muchas preguntas en el aire, y produce especial dolor entre las
víctimas de sus excesos, que lamentan que su abusador no haya llegado a
comparecer ante un tribunal. Y exigen una reparación. De hecho, según
revelan algunas de las víctimas, la Santa Sede podría llegar a
indemnizarlas económicamente, al ser Wesolowski representante del
Vaticano, Roma tendría responsabilidad civil subsidiaria.
Asunción de responsabilidad
Lo cierto es que, si
quisiera, la Santa Sede podría librarse de pagar cualquier
compensación, pues la muerte de Wesolowski impide cualquier proceso
civil. No obstante, las normas vaticanas aprobadas el pasado año
contemplan el resarcimiento de las víctimas. No hay que olvidar, además,
que el ex nuncio ya fue condenado en el ámbito eclesiástico, con la
peor condena para un eclesiástico: la reducción al estado laical. El
reconocimiento de la culpa, aunque sea por un tribunal religioso,
implica la asunción de la responsabilidad. Aunque aún no ha trascendido
la cantidad, eldiario.es ha podido saber que Roma se ha puesto en
contacto con algunas víctimas para tratar de contemplar alguna cantidad
compensatoria. Una reparación que se antoja insuficiente. "Lo que queremos es que se haga justicia, él abusó de nosotros", señalan los abusados.
El caso Wesolowski tiene todos los ingredientes de la novela negra,
incluidos toques mafiosos. Un clérigo abusador de niños, una de las
piedras de toque de la "tolerancia cero" auspiciada por el Papa
Francisco. Sin embargo, su repentina muerte, y la rapidez con la que las
autoridades vaticanas han despachado el asunto -nadie ha mostrado dato o
imagen alguna de los estudios forenses, y el cuerpo ya ha sido inhumado
en su Polonia natal- ha desatado toda clase de rumores.
Oficialmente, la tesis de muerte natural es la única que
se baraja y, para algunos, la más sencilla. Sin embargo, funcionarios
vaticanos -que han preferido mantener el anonimato- han mostrado sus
dudas al respecto. De hecho, el pasado mes de julio, el juicio contra
Wesolowski hubo de suspenderse por encontrarse indispuesto. Sin embargo,
algunas informaciones señalan que en su habitación fueron halladas
varias botellas de alcohol y ansiolíticos. "Si estaba bajo arresto
domiciliario, en pleno Vaticano, resulta cuando menos sospechoso que
tuviera acceso a todo aquel material", señalan estas fuentes. Morir
matando
En el trasfondo, la tesis de la desaparición
del exnuncio ha sido recibida con alivio por ciertos sectores de la
Escuela Diplomática de la Santa Sede, temerosos de que la defensa de
Wesolowski quisiera "tirar de la manta" y señalar faltas similares a la
suya en algunos embajadores vaticanos. "No quería ser utilizado como
chivo expiatorio", subrayan fuentes conocedoras del caso, que reconocen
que, una vez fallecido, la causa penal de Wesoloski quedará cerrada. En
cuanto a la canónica, se dilucidó en 2013, cuando el prelado fue
apartado de toda sus funciones y reducido al estado laical.
De hecho, en sus exequias, celebradas en la capilla del Governatore
Vaticano antes de que su cuerpo fuera trasladado para su entierro en
Polonia, no siguieron el rito destinado a los eclesiásticos. La
sobriedad fue tal que ni siquiera hubo homilía, y el oficiante -el
limosnero del Papa, el también polaco Konrad Krajewski- sustituyó la
homilía por una petición de perdón y un silencio que se prolongó durante
diez minutos.
¿Qué secretos se ha llevado a la tumba Josef Wesolowski?
Para algunos, la historia recordará un horrendo caso de pederastia
eclesial, el de un depredador que enviaba a sus colaboradores a los
malecones a reclutar a adolescentes y llevarlos a la Nunciatura, donde
mantenía relaciones sexuales y les pagaba.
El
escándalo que el Papa Francisco arrancó de raíz y que solo su muerte
evitó que se convirtiera en el primer juicio penal contra un alto cargo
dirigido y sentenciado por los Tribunales Vaticanos. Para otros, la
desaparición de Wesolowski es una muestra más de que la maquinaria
curial, pese a los intentos del Papa argentino, continúa funcionando a
pleno rendimiento. Funcionarios vaticanos sugieren la existencia de una
"lista negra" de diplomáticos, que el fallecido podría haber amenazado
con hacer pública.
Del mismo modo, la paralización
del juicio impedirá un espectáculo mediático que un sector de la Curia
quería evitar a toda costa. Entre los muros vaticanos aún se recuerdan
las sesiones del juicio contra Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto
XVI, único condenado por la filtración de documentos conocida como Vatileaks.
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