Mujeres libres para taparse
Las nuevas autoridades egipcias defienden el uso del pañuelo en la televisión pública en nombre de la libertad de elección de las mujeres
Documento con fecha
miércoles, 05 de septiembre de 2012.
Publicado el
miércoles, 05 de septiembre de 2012.
Autor: El Acento.Fuente: El País.
Autor: El Acento.Fuente: El País.
Fatma Nabil es una periodista egipcia cuya actitud ha puesto de
manifiesto dos contradicciones aparentes. La primera de ellas es que
Nabil ha sido noticia destacada por presentar un programa informativo en
la televisión pública con un pañuelo blanco que le cubría cabeza y
cuello en un país en el cual el 70% de las mujeres utiliza una prenda
similar (no hay certeza de que todas ellas lo hagas de forma libre y
voluntaria). La segunda aparente contradicción es que el uso de dicho
velo ha sido defendido por la oficialidad como parte de la libertad de
elección de las mujeres en una zona en la que salir a pasear por ciertos
barrios sin el pañuelo puede acarrear serios problemas a la osada que
lo haga. El nuevo Gobierno del islamista Mohamed Morsi no se ha
preocupado, empero, por la libertad de esas mujeres anónimas.
El
caso de Nabil ha reavivado el debate del velo, un asunto que remueve
los cimientos de las sociedades actuales, sean cristianas o sean
musulmanas.
El velo, pañuelo o hiyab fue prohibido en la televisión
pública egipcia en 1952 siguiendo los principios secularizadores de la
revolución de Nasser. Ahora que los Hermanos Musulmanes han accedido al
poder han cambiado la norma en nombre de la libertad femenina y la
sociedad egipcia se pregunta si poco a poco el velo se extenderá entre
las locutoras de la televisión pública (de momento solo Nabil ha echado
mano del hiyab), entre las azafatas y en todo colectivo profesional
dependiente de un organismo público. Los nuevos dirigentes tienen
ventaja. No necesitan obligar formalmente a que se use; basta con dejar
que la presión social actúe por sí misma. O que cambien los criterios de
selección de personal.
Lo que este caso denota, una vez más, es la importancia que las
sociedades más conservadoras y religiosas otorgan a la vestimenta
femenina como estandarte de sus valores. Tanto es así que por fin los
países más reaccionarios han acabado por permitir a sus mujeres que
participaran en los Juegos Olímpicos, pero algunos se han negado a que
lo hagan sin velo. Tampoco en este caso ha habido autoridades musulmanas
defendiendo la libertad de elección.
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