sábado, 17 de octubre de 2015

BAUTIZO CIVIL POR PARTIDA DOBLE

Primer bautizo civil y por partida doble

Moaña estrena esta alternativa laica al bautismo religioso con dos niñas de 5 meses, hijas de dos hermanos

13.10.2013 | 01:26
Foto de las familias de las dos niñas con el alcalde en el salón de plenos del Concello. // Santos Álvarez
Foto de las familias de las dos niñas con el alcalde en el salón de plenos del Concello. // Santos Álvarez
A mediodía fue a la misa de la patrona de la Guardia Civil en la iglesia del Carmen, una hora más tarde casó a una pareja en el salón de plenos y ya no guardó el bolígrafo que el Concello ofrece a los contrayentes para firmar porque a las dos de la tarde realizó los dos primeros bautizos civiles en la historia de Moaña. El alcalde, el popular José Fervenza, no dudó en atender la petición de dos hermanos moañeses que quisieron bautizar a sus dos hijas de 5 meses mediante esta alternativa al ritual religioso. Fervenza les dio la bienvenida y señaló que siempre dijeran con orgullo "son de Moaña, son moañesa".
No hubo agua sobre la cabeza de las pequeñas, ni velas encendidas, pero sí discursos de bienvenida a la comunidad por parte del alcalde que comenzó la ceremonia leyendo los artículos de la Declaración de Derechos del Niño: "A nena ten dereito á vida..., a nena debe ser escoitada..., a nena ten dereito de crecer ben física, mental, espiritual e socialmente..." . Fue el primer bautizo civil que se celebró en Moaña, incluso en la comarca (en Marín sí se celebran), y además por partida doble de dos niñas de cinco meses de edad, hijas de dos vecinos que son hermanos: Daniela, hija de José Juan Barreiro, de 34 años, y su pareja Beatriz Martínez,de Abelendo; y Clara, hija de Pablo Barreiro, de 31, y de su mujer Patricia Lago, de Vigo, casados por la iglesia pero que, sin embargo, optaron por este tipo de ceremonia alternativa a la religiosa "y nos encantó". Dicen que se informaron por internet y se lo pidieron al alcalde. La ceremonia reunió hasta cuatro generaciones, incluidos los bisabuelos de una de las familias, quizás más acostumbrados a que este tipo de bautismos se oficiaran dentro de una iglesia y en la pila bautismal, pero no por ello decepcionados.
El acto comenzó con el alcalde de pie, tras la mesa del salón de plenos, y de frente, también de pie, los padres con las niñas en brazos y las familias sentadas en las butacas. El popular José Fervenza volvía al salón de plenos donde momentos antes había casado a una pareja, con la carta de bienvenida que se suele leer en estos bautismos civiles, denominados también actos de acogimiento civil, y que mientras el Concello no tenga ordenanza, la validez que tienen es que inscribe al niño en el Registro Civil.
Además de la lectura de tres artículos de la Declaración de Derechos del Niño, Fervenza también leyó el artículo 27 de la Constitución Española que recoge que todos los niños tienen derecho a la educación y reconoce la libertad de la enseñanza. Continuó diciendo que el niño tiene derecho a vivir en una sociedad en paz sin violencia y a formarse en un espíritu de "solidaridade, tolerancia e amizade" para continuar con los derechos a recibir información adecuada, a no ser discriminados, a disponer de tiempo, compañeros y lugares para jugar y a una familia que los quiera y los oriente y a compartir actividades con sus padres.
El alcalde se felicitó porque Moaña tenía dos vecinas más y les dio la bienvenida a formar parte del pueblo "do que todos debemos sentirnos orgullosos" y dijo que existía el compromiso de ayudar a cada una de ellas a descubrir la importancia de los valores humanos para vivir más felices, ser honrados, respetar a las personas, a los bienes comunes y la Constitución. Terminó dando la bienvenida de las niñas al pueblo de Moaña y que "cando lle pregunten de donde son, digan con orgullo: son de Moaña, son moañesa".
Antes de firmar los padres,se acercaron los padrinos de Clara, una de las niñas, Miguel Barreiro y Lorena Solla, que agradecieron la confianza en ellos y recordaron que éste era el primer bautizo civil del municipio y que esperaban que les ayudara también en "ser número uno en más cosas en la vida". Los padres de Daniela optaron por acudir sin padrinos y que la niña elija cuando sea mayor. Tanto una pareja como otra manifestaron que habían quedado muy contentos con la ceremonia: "Estamos encantados, también los abuelos. Lo importante son los niños".
El alcalde asegura que su intención es elaborar una ordenanza de bautismos civiles para que se apruebe en el pleno del Concello con el fin de instaurar esta alternativa laica y que se cree un registro. La práctica de los bautismos civiles ha ido en aumento en los últimos años. En Galicia fue pionero el Concello de Oleiros, en A Coruña, al permitir estas ceremonias en 2008. le siguió también Guitiriz, Marín, Redondela. A nivel de España, los catalanes fueron los pioneros en 2004 en Igualada.

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