El juez impone una orden de alejamiento al supuesto acosador
El sacerdote José Donoso Fernández daba un consejo a la decena de jóvenes catequistas del municipio pacense de Mengabril: “Tened cuidado: Las mujeres son muy putas”.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Don Benito
(Badajoz) preguntó el martes a Donoso por este exabrupto en el marco de
una investigación por un presunto caso de abusos sexuales contra un
niño de 12 años. El religioso habría acosado al menor durante las sesiones de catequesis celebradas en la única casa parroquial de Mengabril, de 500 habitantes, según el menor.
A sus 66 años, Donoso entró en el
juzgado como imputado y salió con una orden de alejamiento del niño de
100 metros. “No tengo nada que ver con la víctima”, señaló a EL PAÍS el
religioso. También negó haber abusado de una joven cuya identidad afloró
durante el interrogatorio. El alcalde de Mengabril, el concejal de
Servicios Sociales y los padres del niño supuestamente vejado declararon
como testigos. La Fiscalía de Menores y la Policía Judicial investigan
el caso.
Las pesquisas sobre los presuntos abusos sexuales se iniciaron hace seis meses
cuando el Ayuntamiento de Mengabril recibió una denuncia sobre la
actividad presuntamente delictiva del cura. Los servicios sociales del
Consistorio elaboraron entonces un informe que remitieron al Defensor
del Menor de la Junta de Extremadura. Y advirtieron a la Guardia Civil
de los movimientos de este clérigo que aterrizó en el pueblo hace cinco
años.
Los encontronazos entre el sacerdote y el municipio arrancaron hace dos años.
El Ayuntamiento se reunió entonces con Donoso para pedirle
explicaciones sobre la frase que vinculaba a las mujeres con las
prostitutas. “Se disculpo. Pero nos dijo que eran cosas normales”,
indica esta fuente que fue alertada del exabrupto por los padres del
colegio Santa Margarita, donde el sacerdote daba clases. Donoso negó
ayer este capítulo y atribuyó las acusaciones a “una posible venganza”.
Se mostró tranquilo, pausado en su relato, y no esquivó ninguna pregunta
de este periódico. Ademite que el foco de la investigación podría
ampliarse. El sacerdote acogió hace unos meses en la casa parroquial
Santa Margarita de Mengabril a un matrimonio rumano con tres hijos de
13, 4 y 5 años. Los servicios sociales de la Junta de Extremadura
tutelan desde el pasado viernes a los menores en un centro de Badajoz
ante la sospecha de que hayan podido ser también víctimas. Uno de ellos
padece una discapacidad. Fuentes municipales sostienen que el cura
impedía “por todos los medios” la entrada de las asistentas del
Ayuntamiento a la casa parroquial. “Su negativa a que viéramos a la
familia rumana impidió que percibieran una subvención de 1.000 euros que
ya había sido concedida por la Junta de Extremadura para personas en
riesgo de exclusión social”.
En el Consistorio pacense tildan de “singulares” los hábitos educativos del religioso.
“Le gustaba impartir la catequesis con los menores de forma individual.
Las madres de los niños llegaron a quejarse”. Y reconocen que los rumores
sobre los presuntos abusos sexuales de Donoso planean sobre el pueblo
desde 2010. Donoso carece de antecedentes penales y -dice- “es la
primera vez” que es objeto de una investigación por abusos. “Todo es
nuevo”, matiza tranquilo. Tras declarar en el juzgado de Instrucción
número 1 de Don Benito,
el religioso informó el martes por correo electrónico a la Diócesis de
Plasencia sobre el procedimiento. En los próximos días, podría mantener
un encuentro con su superior, el arzobispo Amadeo Rodríguez Magro.
Formación de Menores
La trayectoria del sacerdote José Donoso Fernández (Don Benito, Badajoz, 1948) gravita sobre la docencia en seminarios y otros centros frecuentados por menores.
Licenciado en Filosofía, el clérigo trabajó como formador del Seminario
Menor de San Antón de Badajoz y ejerció como profesor de Geografía,
Historia y Arte en los Institutos de Educación Secundaria (IES) Castelar
(Badajoz), Santiago Apóstol (Almendralejo) y Albárregas (Mérida).
Donoso está jubilado de
su actividad en los institutos y acude cada tarde a la parroquia Santa
Margarita de Mengabril, él único templo de este pequeño municipio de 500
habitantes. Tambuén está adscrito a la Parroquia de San Sebastián de
Don Benito, donde reside.
En la biografía colgada en la web del
templo de Mengabril se puede leer lo siguiente: “A [Donoso] le retiraron
sus padres de la escuela a los 11 años para llevarlo a trabajar al
campo, ya que era el mayor de tres hermanos y se necesitaba su ayuda y
no había medios para darle estudios”. El curríulo prosigue: “A los 16
años sintió su vocación sacerdotal. Se preparó solo con la encicplopedia
Álvarez Segundo Grado”.
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