España, ahora sí, ha dejado de ser católica
Documento con fecha
Thursday, 25 de September de 2014.
Publicado el
Thursday, 25 de September de 2014.
Escrito por: Hugo Martínez Abarca.Fuente: La Marea.
Escrito por: Hugo Martínez Abarca.Fuente: La Marea.
El entierro de la contrarreforma
de la ley del aborto es una victoria clara del movimiento feminista. No
sólo del que ha combatido la reaccionaria propuesta de Gallardón en los
últimos años, sino del movimiento feminista que durante décadas viene
combatiendo el dominio machista, las leyes restrictivas y la cultura del
vivan las caenas hegemónica en España durante siglos y que ponía doble
cadena sobre las mujeres. Pero además supone una grave derrota de la
jerarquía católica que ya sí puede ir asumiendo definitivamente que ha
perdido el control moral y cultural sobre la sociedad española.
El aborto no es cualquier cosa para
nuestra Iglesia Católica. Según sus consignas es un infanticidio, el
asesinato de más de cien mil bebés al año. Un horror comparable con el
nazismo y mucho peor que cualquier otro gran crimen que la humanidad
haya perpetrado. Y sin embargo… un gobierno clerical ha tenido que
renunciar a prohibir tal horror porque en la gran mayoría de la sociedad
española los apocalipsis anunciados con sotana causan una mezcla de
irritación, hastío y risa.
No es la primera derrota. Que este mismo
gobierno no se haya atrevido a reinstaurar la discriminación a los
homosexuales en el matrimonio civil (¿os acordáis de que la situación
actual iba a destruir la familia?) ya probaba que el estruendo de los
torquemadas se oía tanto sólo porque tienen buenos altavoces.
Más allá de los fracasos del gobierno
clerical, todas las estadísticas nos hablan de una acelerada huida de la
sociedad española del control vaticano. Es muy significativo que dentro
de la gente que se casa (que ya es un sesgo pues muchísimos no
católicos vivimos en pareja sin habernos casado de ninguna forma) ya hay
más que se casan por lo civil que por la Iglesia Católica. Como lo es
que entre los menores de 35 años apenas supere el 50% los que se
declaran católicos y de ellos no llegue a un 5% (esto es, 2.5% del
total) los que dicen que suelen cumplir la obligación de ir a misa los
domingos.
La Iglesia Católica ha dejado de
controlarnos. No debería ser ningún drama para ellos: nadie les va a
obligar a incumplir su moral, sus costumbres y sus principios,
simplemente cada vez les va a resultar más complicado decirnos qué
tenemos que hacer los demás y mucho más mantener los pecados en el
código penal.
Tienen aún mucho poder. Controlan buena
parte de la educación; tienen recursos económicos ingentes gracias a que
los gobiernos les permiten incumplir su promesa de hace 35 años de
autofinanciarse y a que se les regala ingresos por entradas a buena
parte de nuestro patrimonio cultural (que, eso sí, restauramos entre
todos, como tiene que ser). Gozan de presencia exclusiva en espacios
públicos (capellanes militares, capillas católicas en recintos públicos,
estos días descubriremos si aún hay biblias y crucifijos en la toma de
posesión de ministros…), se prohibe que los ateos y los laicos
expresemos nuestras ideas cuando vienen papas o los católicos deciden
que son fechas sagradas… Pero esto ya sólo obedece a que nuestros
gobiernos han estado entregados (unos más y con más entusiasmo; otros,
el de Zapatero, menos aunque también) y les han prestado una posición de
dominio que no sólo no se merecen sino que ha sido nociva, ha generado
atraso, falta de libertades, triunfo de la superstición frente a la
razón y siempre discriminación a las mujeres, a los homosexuales,
lesbianas, a los diferentes…
España sigue concediendo un poder
ilegítimo a la jerarquía católica, pero no porque los españoles sigan
siendo sumisos y obedientes a sus soflamas sino porque nuestros
gobiernos son dóciles a los poderes ilegítimos vengan de donde vengan; y
este poder viene de ese pasado nacional-católico que no se quiso
conjurar. España ha dejado de ser católica. Ahora falta que el Estado
español se entere.
Blazquez y Rouco relevo CEE
No hay comentarios:
Publicar un comentario