«Veni Creator Spiritus mentes tuorum visita»
Documento con fecha
martes, 19 de febrero de 2013.
Publicado el
martes, 19 de febrero de 2013.
Autor: Anjel Orduña.Fuente: Gara.
Autor: Anjel Orduña.Fuente: Gara.

Como ya sabrán, el Papa ha abdicado. Cobrará el finiquito y dejará su
cargo el 28 de febrero. A partir de ese día se pondrá en marcha una
compleja liturgia, que culminará con la conocida «fumata blanca» de la
chimenea de la Capilla Sixtina, en el Vaticano, anunciando que el
Cónclave ha elegido al nuevo Sumo Pontífice. En un día aún no definido
entre el 15 y el 20 de marzo, los electores (los jóvenes cardenales con
menos de 80 años del Colegio Cardenalicio) se reunirán para entonar el
«Veni creator», una invocación al Espíritu Santo para que derrame sobre
los compromisarios los llamados «siete dones». Ya saben: sabiduría,
inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. La
versión devota de la Lámpara de Aladino, aquella que al frotarla
aparecía un genio que concedía generosos deseos. Se hace raro que no
pidan pasta.
A continuación, se iniciará la fase democrática de un proceso que puede
durar horas, días o semanas. Los cardenales se encierran, se aíslan del
exterior (móviles en modo avión) y no salen hasta que se ponen de
acuerdo para elegir al nuevo Papa. Las votaciones son secretas y, aunque
no diga mucho de la humildad cristiana de los votantes, está permitido
el autovoto. No es broma. Al final, si todos dejan de votarse a sí
mismos, si se va terminando la comida o si se agotan las papeletas o los
lápices, uno de los candidatos termina por sumar los dos tercios de los
votos y ya tenemos al nuevo patrón: Obispo de Roma, Cabeza del Colegio
Episcopal y Papa. Tres por el precio de uno.
Una vez elegido, lo primero es cambiarle el nombre; como a Benedicto
XVI, que antes era Joseph Ratzinger. Normalmente, por modestia, adoptan
uno ya usado antes y le suman un palito (Juan XXIII, Pablo VI, Pío XII,
León XIII...). Aunque los hay más atrevidos, como Juan Pablo I. Puede
que no haya relación, pero este sólo duró un mes en el cargo. Algunos
sospechan que el infarto no fue por colesterol, pero como no está
permitido hacer autopsia a los papas... Se dice que quería limitar los
negocios de la Curia, menguar el poder del Banco Vaticano y enfrentarse a
la mafia. Todo eso quedó pendiente y resta saber si estará incluido en
el «Veni Creator» de marzo. La verdad, no soy muy optimista.

Fumata blanca cuando salió Ratzinger como Benito XVI
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