por Lutte Ouvrière
El sábado 24 de marzo, en los Estados Unidos, diez mil manifestantes defensores del ateísmo se reunieron bajo la lluvia, en la capital, Washington, en el marco del Rallye de la razón.
Se reafirman en que en un país donde el estatuto de ateo es todavía una fuente de discriminación, donde los presidentes juran sobre la biblia, donde la divisa “In good we trust” (en dios confiamos) está grabada en los billetes de banco y las monedas, ellos están orgullosos de ser no-creyentes, y de ser cada vez más numerosos.
A fuerza de oír a iluminados como a uno de los candidatos republicanos, Rick Santorum, proclamar que “está llamado por dios para convertirse en presidente de los Estados Unidos”, tras años de haber tenido que soportar a un Bush que, para justificar la guerra de Afganistán y luego la de Irak, se decía investido de una misión divina, se comprende que los manifestantes, proclamen en sus pancartas: “¿no crees en dios? ¡No estás solo!” e incluso que lamenten que haya “tantos cristianos y tan pocos leones”.
Viviane LAFONT
Traducción de F.P.
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