sábado, 10 de diciembre de 2011

Colectivo apela a la constitución y a tratados internacionales para sustentar su propuesta

Ciudadanos piden que la Iglesia borre sus registros

Un grupo de jóvenes presentará hoy una solicitud al arzobispado, en la que piden que se eliminen los datos que los identifican como bautizados.

os firmantes de la propuesta afirman que desean salir de los registros de la Iglesia por su agnosticismo, cambio de religión y rectificación de información. Foto: Marcos Pin | El Telégrafo

Los firmantes de la propuesta afirman que desean salir de los registros de la Iglesia por su agnosticismo, cambio de religión y rectificación de información. Foto: Marcos Pin | El Telégrafo

Fernanda Carrera Toscano

La Constitución de un Estado Laico, el Derecho Canónico y las creencias de la fe católica se enfrentan en el debate que una iniciativa ciudadana ha despertado.

El abogado Xavier Flores ha redactado un documento que será entregado hoy, en el que solicita al Arzobispo de Guayaquil que borre todos los datos personales que mantenga en sus registros y en los que se los reconozca como bautizados en la Iglesia Católica.

“Para mí es un ejercicio de libertad, no creo en una doctrina que predica el sufrimiento o el no sentir, el reprimirse por el Señor o imponer la fe por la violencia”, dijo el abogado.

Flores sustenta su pedido en el derecho a la libertad de religión y creencias, consagrado en el artículo 66 de la Constitución vigente.

De este artículo, cita los numerales 19 y 92, que norman la protección de los datos personales y señalan que: “La persona titular de los datos podrá solicitar al responsable el acceso sin costo al archivo, así como la actualización de los datos, su rectificación, eliminación o anulación”.

Sin embargo, el rector de la iglesia Catedral, Rómulo Aguilar, asegura que los católicos de Guayaquil pueden cambiarse libremente de religión, abandonar la fe y declararse ateos o agnósticos, aunque aclara, que “si dejan la fe católica no hay salvación”. Lo que no pueden hacer, asegura, es eliminar su nombre del registro que lleva la Iglesia.

Aguilar sustenta su argumento en las creencias católicas: “No se los borra de la nómina, porque el bautismo no lo borra el cambio de religión o de actitud. En el infierno o en el cielo son bautizados”. Él agrega que la Iglesia Católica “no se sirve de números para guardar privilegios”.

Alfredo García, doctor en Derecho Canónico y sacerdote, opina que la Iglesia tiene la facultad de poseer sus propios registros.

Señala también desde la Teología, que con el bautismo se produce un cambio ontológico (interno) en el sujeto: “El Espíritu Santo entra en el alma de las personas. Un bautizado, así no lo quiera, en el infierno lo seguirá siendo”.
En cambio, para Iván Castro Patiño, profesor de Derecho Constitucional, lo que cabría es que el Arzobispo ordene una anotación al margen de la inscripción del bautismo “señalando que las personas que han dirigido la comunicación han expresado con tal fecha su deseo de no pertenecer a la Iglesia”.

Flores dice que esta solicitud busca iniciar un debate sobre la moral. “Si una persona agnóstica o atea funda su actitud moral en una idea no religiosa, se suele pensar que puede hacer daño. La idea de que si no hay Dios todo esta permitido, que es la frase de Voltaire, la gente la tiene muy asumida”.

Las razones de los firmantes abarcan el agnosticismo, cambio de religión y rectificación de información. Ernesto Yturralde apoya la apostasía porque la considera honesta. “La Iglesia gana réditos políticos bajo la premisa de que son mayoría cuando no todos practican”.

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