Los abusos sexuales abren una crisis entre Irlanda y el Vaticano
Roma llama al nuncio apostólico tras ser acusada por el Gobierno de "minimizar la violación y tortura de niños" - Los informes oficiales apuntan a la curia
WALTER OPPENHEIMER - Londres - 26/07/2011
Un país muy católico abandona el pactismo entre Gobierno e Iglesia
Una carta de 1996 dejaba margen a los obispos para seguir ocultando denuncias
Es el cuarto informe publicado en Irlanda sobre la cuestión de los abusos físicos, psíquicos y sexuales. Pero la gran diferencia entre este documento y los anteriores es que mientras los primeros criticaron con gran dureza a la Iglesia local, en este último informe se señala directamente la responsabilidad de Roma en todo este asunto, origen de la crisis más grave por la que ha atravesado la Iglesia católica en tiempos modernos.
Lo curioso es que el Vaticano apenas reaccionó cuando el día 13 de julio se publicó el polémico informe, una investigación de 431 páginas realizada bajo la autoridad de la juez Ivonne Murphy, que se centra en la diócesis rural de Cloyne (Co Cork) entre los años 1996 y 2009. Sabedora de las sensibilidades enormes que suscita el tema, Roma se limitó entonces a pedir un "debate objetivo". La reacción de la Santa Sede se ha producido tras las tajantes declaraciones del primer ministro irlandés en el parlamento, cuando aseguró que el informe pone de relieve "las disfunciones, la desconexión, el elitismo y el narcisismo que dominaba la cultura del Vaticano". Según sus palabras, la "violación y tortura de niños fue minimizada o gestionada de forma que se sostuviera la primacía de la institución, su poder, posición y reputación".
Un portavoz vaticano anunció que Roma había llamado a consultas al nuncio en Irlanda para dejar patente "la seriedad de la situación" y la voluntad de la Santa Sede de "enfrentarse a ello con objetividad y determinación".
Que la Iglesia católica como institución es responsable, si no de los abusos mismos sí de haber protegido a quienes los cometieron, es algo que está fuera de discusión. Que el Estado irlandés es culpable por asociación, por haber protegido a la Iglesia en su momento e incluso por haberla exonerado de casi toda responsabilidad económica para compensar a las víctimas, también es algo sabido. Que en la gran mayoría de las ocasiones los autores de los abusos no eran denunciados a la policía y simplemente se les trasladaba a otra institución, también había quedado plenamente establecido en los informes anteriores.
Entonces, ¿por qué tanto revuelo ahora? Por dos razones. Primero, porque el informe revela una carta confidencial de un antiguo nuncio vaticano en la que afirma que las políticas de protección de los niños puestas en marcha en 1996 constituían una violación del derecho canónico. Según el informe, esa carta "en la práctica otorga a los obispos de Irlanda de forma individual la libertad de ignorar esos procedimientos", apoyando y protegiendo así a aquellos líderes eclesiásticos que decidían ignorar las políticas puestas en marcha por la autoridad política civil para acabar con los abusos.
La segunda razón del revuelo es que el explícito apoyo del Gobierno a este nuevo informe, y las formas directas y mucho más agresivas que en el pasado de la reacción del Taoiseach (primer ministro irlandés), supone una absoluta ruptura con la tendencia al pactismo entre el Gobierno y la Iglesia en uno de los países europeos en los que más influencia sigue teniendo la jerarquía católica. Una connivencia que quizás ha sido más acusada en las largas etapas de Gobierno del todopoderoso Fianna Fail (FF) pero a las que no habían sido ajenos los más esporádicos periodos de Gobierno del Fine Gael (FG), actualmente en el poder en coalición con el Partido Laborista. Tanto el FF como el FG son partidos de centro derecha, con más diferencias históricas relacionadas con el nacionalismo irlandés que diferencias ideológicas.
El primer ministro Enda Kenny se declaró ayer "asombrado" del extraordinario apoyo que está recibiendo tras lanzar su ataque contra el Vaticano la semana pasada. "El hecho de haber recibido miles de mensajes de todo el mundo habla por sí mismo acerca del impacto y de los sentimientos de la gente", ha subrayado.
El caso Cloyne
- Implicados. 19 clérigos -entre ellos el obispo, John Magee- han sido investigados por un caso de abusos a menores en la diócesis de Cork (Irlanda). Los actos ocurrieron entre 1996 y 2009. Es el cuarto informe de este tipo que se realiza en Irlanda, después de los de Ferns (2005), Ryan (mayo de 2009) y Dublín (diciembre de 2009).
- Mentiras. Una de las conclusiones del informe es que el obispo Magee mintió al decir que había informado a las autoridades de todos los casos que se habían denunciado en la diócesis.
- Periodo. El caso es más grave que otros porque se trata de abusos recientes, cuando ya había una regulación mucho más estricta sobre ellos.
- Encubrimiento. El informe señala que el segundo del obispo en la diócesis, Denis O'Callaghan, ocultó a las autoridades el nombre de un abusador.
- Denegación. Critica al nuncio papal por afirmar que era "incapaz" de intervenir.
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