jueves, 4 de febrero de 2010

EL VATICANO EN FRANCIA

El Plural / Política
POLÍTICA

Escándalo en la cuna del laicismo

El Vaticano da instrucciones a los eurodiputados conservadores franceses sobre el sentido de su voto

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El Vaticano no sólo quiere dirigir la vida espiritual de los creyentes: también aspira a mandar en la esfera la política. El pasado 8 de enero, el nuncio apostólico en Francia, Luigi Ventura, envió una misiva oficial a los 201 diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Consejo de Europa conminándoles a “dar su apoyo a los deseos de la Santa Sede” en las votaciones que se celebran esta semana en Estrasburgo. La carta salía de su despacho por expreso deseo de la “Secretaría de Estado” del Vaticano y daba directrices sobre asuntos como el matrimonio gay, el aborto, la discriminación o, incluso, el perfil idóneo de los candidatos del grupo. Ventura llegaba a citar con nombre propio a dos dirigentes significados con el cristianismo que, en su opinión, debían ostentar cargos relevantes en el partido. Uno de ellos, Luca Volonté, ya es jefe del PPE en la Asamblea europea.

Que la Iglesia intenta con uñas y dientes mantener sus cotas de poder no es ningún secreto. Pero el extremo que ha alcanzado no deja de ser sorprendente.

Los “deseos” del Vaticano
Paradójicamente en Francia, país pionero del laicismo, el nuncio apostólico ha enviado una carta por encargo de la propia “Secretaría de Estado” vaticano a los 201 parlamentarios del PP Europeo. El objetivo de la misiva, rubricada con el membrete oficial de la Nunciatura, es exponer a los políticos “la preocupación de la Santa Sede respecto a dos proyectos de resoluciones, cuyo texto se opone abiertamente a la ley natural y a los valores promovidos por la Iglesia católica”. En concreto, se trata de un proyecto de resolución contra la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género y de otra resolución sobre el XV aniversario de un programa sobre población y desarrollo, recoge Público.

Directrices
La Nunciatura detalla, por tanto, todas las enmiendas a apoyar en relación con ambos proyectos de resolución. Más aún: añade un anexo titulado “pro memoria” en el que estas se listan. Entre las enmiendas recomendadas destaca una sobre “el derecho fundamental de la libertad de opinión religiosa en público y en privado, incluso para asuntos morales”, y otra sobre el supuesto derecho de los empresarios a discriminar a sus trabajadores por motivos religiosos.

Contra el aborto y la igualdad
En paralelo, Ventura enumera ocho enmiendas a cuya “aprobación” deberían “oponerse” los políticos. Por supuesto, deberá boicotearse la que censura la discriminación por orientación sexual, porque “presenta graves problemas” y no recuerda que sólo tienen derecho a casarse “personas de sexo distinto”. Esta debía votarse ayer, pero el elevado número de oposiciones obligó a aplazar la votación definitiva a abril. El Vaticano censura además un texto sobre el aborto que presenta la intervención “como un derecha de la mujer y como un método de planificación familiar”. Esta segunda se votará mañana.

Poniendo cargos
El nuncio cita, además, a dos parlamentarios (Luca Volonté, Renato Farina y Marco Gatti) que “ya han sido informados de las preocupaciones de la Santa Sede y han presentado enmiendas” que recomienda a todo el grupo. Precisamente, más adelante se señala a uno de esos fieles, Volonté, como la persona idónea para la jefatura del Grupo del PPE en la Asamblea del Consejo de Europa. En efecto, este “gran defensor de la ley natural” y diputado italiano ya ostenta el cargo “conveniente”. Eso sí, la elección habría provocado malestar, porque antes que la religión está lo propio: los conservadores franceses querían poner a uno de los suyos, y culpan al nuncio del fracaso.

Quejas de la oposición
La misiva ha provocado, además, protestas de los demás grupos parlamentarios del Consejo: el Socialista, el Liberal y el de Izquierda Unida-Los Verdes interpondrán una queja formal ante el Consejo de Europa por esta “injerencia política sin precedentes”. “Y no ha sido la única intromisión”, denuncia el diputado español Juan Moscoso, quien sostiene que en los últimos días los ordenadores de los parlamentarios han recibido cientos de correos electrónicos de grupos ultra católicos. “Ya sabemos quien los promueve”, zanja.

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