domingo, 10 de enero de 2010

LA FAUNA FEPUBLICANA DA LAS GRACIAS A CORAL POR DEFENDER SUS DERECHOS


Cataluña. Reflexiones

Cataluña, mal que les pese a ciertos sectores reaccionarios, es una Comunidad históricamente adelantada al resto de España en cuanto a avances europeístas y democráticos se refiere. Mal que les pese a los que añoran el centralismo franquista, quizás por su peculiar pasado histórico Cataluña ha estado siempre más cerca de la Europa democrática que el resto de comunidades españolas.

En cuestión de Derechos Humanos y de iniciativas a favor de la democratización social suele ir, sin duda, en situación de avanzadilla con respecto al resto del país. Fue, por ejemplo, la primera Autonomía que legalizó, en 1998, las uniones estables de parejas de hecho; y ha sido también pionera en tomar iniciativas en la lucha contra el cambio climático a través de un plan específico de control y ahorro energético.
Cataluña europeísta y pionera en avances democráticos
Pero si en algo ha sido Cataluña especialmente pionera en los últimos tiempos es en el avance en el respeto a los derechos animales, en medio de un país en el que pervive la barbarie de los que disfrutan y hacen negocio con el sufrimiento animal. En las últimas semanas ha sido noticia la aprobación por parte del Parlamento catalán de la continuidad de la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que, avalada por la firma de 180.000 personas, solicita al gobierno autonómico la prohibición de las corridas de toros en la Comunidad.
Blanco de la derecha radical
Pese a que la derecha radical y obsoleta que tenemos en ciernes y los demás sectores ultramontanos atribuyen esta iniciativa al "anti-españolismo zapateril", el tema viene de lejos, concretamente de los años en que Aznar era presidente del Gobierno (y entonces no se armó ningún revuelo). La Ley 3/1988, del 4 de marzo, de protección de los animales, prohibió la construcción de nuevas plazas de toros en Cataluña, y limitó el acceso a las corridas a menores de 14 años, al haberse constatado el impacto emocional negativo que produce en niños y adolescentes la violencia evidente de estos "eventos".
Defensora de los derechos animales
Esta misma Ley además prohibió explícitamente diversas formas de espectáculos con animales que implicaran sufrimiento o muerte, al considerar que los animales son organismos dotados de sensibilidad psíquica y física (de lo cual quizás no puedan jactarse algunos que se llaman humanos). Y, a partir de este mismo mes de enero, algunas ciudades catalanas ponen en vigor una ley específica, sumándose a una iniciativa, que ya es un hecho en otras ciudades como Barcelona o Lleida, que prohíbe la exhibición en circos de animales exóticos en cautividad. En definitiva, Cataluña se acerca más a la sensibilidad democrática europea que buena parte del resto de España. Absurdo recurso del PP contra el Estatuto catalán
Quizás tenga que ver con esta tendencia "europeísta" el hecho de que Cataluña suela ser uno de los blancos predilectos del acoso y embestidas de la derecha radical y españolista. Quizás tenga todo esto que ver con el absurdo recurso de inconstitucionalidad que presentó el PP contra el Estatuto catalán, recurso que es una clara maniobra más de desgaste del Gobierno central y del Gobierno de Montilla por parte de la derecha ultramontana. Esperemos que el Tribunal Constitucional, cuya respuesta se prevé próxima, haga honor a su nombre y se pronuncie en beneficio de Cataluña y de España; y esperemos que deje al mencionado recurso en el mezquino lugar que le corresponde.
Lucidez democrática
Por mi parte, agradezco a Cataluña y a los catalanes sus muestras de lucidez y solidaridad en aspectos importantes para la democracia, para los derechos humanos y los derechos animales. Y, como española, me siento orgullosa de un pueblo que, pese a los absurdos tópicos que sólo cierta derecha radical, zafia y cateta se empeña en perpetuar, contribuye con sus avanzadillas a que este país sea un país más europeo, más civilizado y, por tanto, un poco mejor.
Respeto a la multiplicidad cultural
Y, por otro lado, no existe ningún peligro para la pervivencia de España en el respeto a la lengua y a la cultura catalana (que tanta ira provoca en los intransigentes), como en el respeto a la lengua y a la cultura gallega, o vasca, o balear...; muy al contrario, España es realmente la suma de todo eso, y en ese respeto va implícita la riqueza que conlleva la multiplicidad de tradiciones y elementos culturales. Donde sí existe verdadero peligro es en la actitud insípida, despótica y yerta de los que no respetan la variedad y la multiplicidad de las formas, e imponen y exigen un supuesto centralismo patrio que realmente no significa unidad, sino sometimiento y vasallaje.

Coral Bravo es Doctora en Filología y miembro de Europa Laica

ELPLURAL

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