
LOS APOSTATAS SEGUIMOS PRISIONEROS
Hace unos días el Tribunal Supremo después de una larga espera, falló a favor del Arzobispo de Valencia y contra el particular que pedía que se le acordara el derecho de apostatar. La Audiencia Nacional anteriormente, había reconocido el derecho del demandante, el Arzobispo recurrió, y por fin se le ha dado razón, consagrando así el hecho de que los que queremos salir de la secta nos sintamos prisioneros.
Muchos fuimos bautizados por necesidad, sin caer en las redes de la Iglesia no existíamos, y nuestros padres incurrían en condenas y vejaciones, en la España de Franco no se podía subsistir si no se era católico, y al parecer este estado de cosas continua. Los padres siguen bautizando a sus hijos, por creencias, por costumbre, por dar una bonita fiesta y engalanar al retoño con caros faldones. No piensan que quizás sus hijos cuando sean conscientes no deseen pertenecer a una secta de la que nada bueno puede esperarse, su historia plagada de crímenes esta ahí para demostrarlo.
Vivimos en un extraño país al que llaman España, todos los días nos hablan de libertad y de democracia, pero los derechos mas elementales no son reconocidos, como el de poder salir de un lugar que no nos conviene y en el que nos metieron sin contar con nosotros. Hay otros derechos que también se vulneran, como el de buscar y enterrar a nuestros desaparecidos, saber quien los mato, pedir, cuentas a los asesinos y reconocer un genocidio, el republicanos, que fue uno de los mas importantes de la historia.
El estado se inhibe de sus responsabilidades y desde hace años lo único que se puede hacer es coger un pico y una pala para ir al monte a la búsqueda de los restos de los abuelos. Los que lucharon por la democracia siguen condenados como rebeldes por los mismos que se sublevaron contra ella, este gobierno tan democrático no esta dispuesto a anular los juicios, todo lo más consentirían en dar un certificado de “buena conducta” a los asesinados, yo no lo pediré para mi suegro, fue fusilado por defender la legalidad republicana y ese es su mejor certificado, yo pido la anulación de todos los juicios asesinos.
Volvamos a la apostasía, se trata del mismo problema, el gobierno esta dispuesto a hacer cualquier cosa para ser grato a la Iglesia, dinero, preparar fastuosa acogida del papa, acallar las justas peticiones de las victimas de la guerra que ellos organizaron, y ahora también negarnos el derecho de apostatar.
El problema es político, otras asociaciones lo han señalado y la solución debe ser política. Debemos pedir al gobierno, democrático, dicen, que se promulgue una ley que ampare nuestro derecho. Que se anule el Concordato que convierte a la Iglesia en un estado dentro del estado, en el cual las leyes del país en el que viven no se aplican. Pidamos también una ley que obligue a que los bautizados no figuren en registros eclesiásticos hasta que a su mayoría lo pidan, si así lo desean, que sea un acto de su libre albedrío.
La separación de lía Iglesia y del Estado debe hacerse efectiva, no lo es, a la vista esta, y eso no propicia un estado democrático como el que nos dicen que disfrutamos. Este estado de derecho y laico, debería sacar la religión de las escuelas, ni siquiera siendo voluntaria y no obligatoria, es una signatura que debe desaparecer, el hecho de enseñar a los niños no la realidad y la ciencia, sino hacerlos creer en un mundo en el que seres alados y barbudos se pasean entre las nubes y que con encender una velita se obtienen todos los deseos, les provoca un auténtico lavado de cerebro que les predispone a pertenecer mas adelante a sectas y a buscar el mundo irracional en el que se educaron, pensemos que para nosotros, adultos, este mundo es una paparruchada, para ellos es auténtico, así se lo enseñan sus mayores, el daño para sus mentes es incalculable.
Que podemos hacer los que deseamos apostar, lo primero unirnos todos, tanto asociaciones como particulares, elevar nuestra protesta ante las Cortes, por medio de los diputados que estén dispuestos a defender nuestros derechos, protestar en cuantas tribunas podamos, dando a conocer el perjuicio que se nos hace, y en ultimo recurso presentar peticiones de excomunión, tanto masivas como particulares, se pueden presentar en medio de una ceremonia religiosa, tal como la misa, una excomunión publica no puede la Iglesia ignorarla, es mejor pedir marcharse, pero si no nos dejan consigamos que nos echen.
Debemos concertarnos antes de que la Iglesia llegue con sus hogueras desmontables (es simbólico, no se si las tienen preparadas), y no lo tomemos a broma. Ripoll fue en 1826 la última victima oficial de la inquisición, era Valenciano, de la cuidad de Gasco y su ilustre predecesor no paro hasta hacerle ahorcar por el brazo secular de la Iglesia, es decir los tribunales del estado, a su servicio, como ahora también sigue pasando. Ripoll se hubiera salvado si no hubiese estado bautizado, cuando se demostró que lo estaba lo colgaron, como se ve tenemos muchas razones para salir de una institución donde suceden estos casos.
Este estado es una monarquía, y de ahí viene esta falta endémica de democracia que vulnera todos nuestros derechos. La monarquía de la que hablamos nació de una guerra sangrienta y de una dictadura abominable, el rey esta ahí para perpetuar el estado franquista, no olvidemos que juro sus principios, la única manera de acabar con esta contradicción, monarquía contra democracia, es luchar por la República que asesinaron, solo así podremos recuperar nuestras libertades.
Viva la Republica
Milagros Riera
No hay comentarios:
Publicar un comentario