El colectivo por la laicidad en Gipuzkoa nace para luchar contra los "privilegios" de la Iglesia
Plantea cobrar el IBI a las propiedades de Roma y eliminar la casilla de la Iglesia de la declaración de la renta
Documento con fecha
viernes, 02 de noviembre de 2012.
Publicado el
viernes, 02 de noviembre de 2012.
Autor: Elene Arrazola.Fuente: Noticias de Gipuzkoa.
Autor: Elene Arrazola.Fuente: Noticias de Gipuzkoa.
Un grupo de ciudadanos anónimos se ha reunido en Gipuzkoa para luchar a
favor de una sociedad laica. Considera que las exenciones fiscales y
las aportaciones que recibe la Iglesia a través de la declaración de la
renta son unos "privilegios injustos" con los que hay que terminar y,
por eso, ha emprendido una serie de acciones para reivindicar la
necesidad de limitar la religión al ámbito privado. "Separar el Estado y
las religiones es fundamental para garantizar los derechos humanos y la
salud democrática de la sociedad", afirma Mari José Molina, portavoz de
la agrupación denominada Colectivo por la Laicidad de Gipuzkoa.
Tal y como informa, la necesidad de tomar partido surgió hace
aproximadamente un año cuando se percataron de que la Iglesia seguía
disfrutando de una situación de "privilegio", mientras el conjunto de la
sociedad sufría las graves consecuencias de la crisis. "En estos
momentos en los que la población está sufriendo paro, recortes y aumento
de la pobreza, las exenciones fiscales de la Iglesia son una afrenta a
la ciudadanía y a la más mínima justicia social", sentencia Molina.
Bajo ese pretexto, el pasado mes de septiembre, el Colectivo por la
Laicidad de Gipuzkoa acudió a las Juntas Generales del territorio para
presentar tres propuestas muy concretas. La primera sería eliminar la
casilla de asignación a la Iglesia Católica del formulario del impuesto
sobre la renta. "Quienes marcan esta opción reducen su aportación al
gasto público en un 0,7% en contra de los criterios básicos de un estado
de derecho en el que todos deberíamos contribuir en condiciones de
igualdad", defiende la portavoz. Además, añade que siempre queda la
posibilidad de colaborar con la Iglesia al margen de los impuestos
ordinarios, de manera que la Iglesia se autofinancie sin necesidad de la
Administración pública.
En segundo lugar, remarcaron ante los procuradores la necesidad de
terminar con las exenciones fiscales de las que gozan los inmuebles de
la Iglesia católica, "la institución privada que más patrimonio
inmobiliario acumula". Aseguran que bastaría cambiar la Norma Foral
16/1998 del Impuesto Sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de
Naturaleza Urbana para que los ayuntamientos puedan empezar a cobrar el
IBI a estos inmuebles y recaudar así "unas enormes cantidades que el
resto de la ciudadanía tiene que pagar".
Ligada a esta petición, plantearon la necesidad de que los consistorios
realicen un censo de los bienes inmuebles rústicos o urbanos que la
Iglesia y sus organizaciones afines poseen en sus municipios.
"Lo que proponemos, a fin de cuentas, es que las Juntas Generales hagan
uso de sus competencias para poner en marcha medidas que eliminen
situaciones discriminatorias y avancemos hacia una administración
laica", apunta Molina.
Representantes de todos los partidos políticos escucharon las
reivindicaciones, pero ninguno de ellos ha tomado cartas en el asunto,
según indican desde el colectivo que defiende la laicidad. "Esperamos
que llegue el día en el que superen las declaraciones generalistas y
pasen a la acción", indica la portavoz.
Educación y ritos Más allá del
ámbito económico, el Colectivo por la Laicidad de Gipuzkoa plantea otra
serie de reivindicaciones como la defensa de la escuela pública laica.
Como señala Molina, "esta vieja reivindicación se ha avivado en los
últimos por la mayor injerencia de la Iglesia Católica a la hora de
definir el currículo y la organización escolar". Y pone como ejemplo la
intervención que hicieron los obispos de las tres diócesis de Euskadi
para pedir a las autoridades educativas que cambiasen el currículo de
bachillerato. "Simplemente lo hicieron porque no se ofrecía una
alternativa a la religión y eso provocaba un descenso del número de
alumnos que se apuntaban a la clase de religión", explica para denunciar
los privilegios de los que disponen los docentes de esta asignatura.
"Son nombrados directamente por el obispado, saltándose todas las normas
de acceso a la función pública, y pasan a integrarse en el sistema
educativo público como profesores de materias que no son religión",
agrega.
La necesidad de garantizar la celebración de ritos laicos es otro de
los ejes de trabajo de la agrupación de Gipuzkoa. "Las celebraciones
populares como bautizos, comuniones, bodas y funerales siguen unidas a
elementos religiosos, pero la sociedad es cada vez más plural y diversa,
y los entes tienen que garantizar que puedan celebrarse al margen de la
Iglesia", aseveran. Por ello, reivindican que estos actos puedan
realizarse en espacios públicos accesibles, independientemente de la
actitud religiosa de los ciudadanos.
Mari José Molina Portavoz del colectivo
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