Dentro de este grupo de palabras feas pero con un significado no tan feo entraría la apostasía. Y preguntaréis: ¿qué coño es eso de la apostasía? Bien, copio y pego: la apostasía es el procedimiento por el cual se abandona la pertenencia a la Iglesia Católica después de haber entrado a formar parte de ella mediante el bautismo.
Muchos de nosotros fuimos bautizados poco después de haber nacido, por un capricho de nuestros padres. No esperaron a que tuviésemos uso de razón para que nosotros mismos pudiésemos elegir formar parte de una religión o no. Por lo tanto, a pesar de no creer en ninguna religión (en este caso la católica), en los archivos de la Iglesia figuramos como creyentes.
Por ello, la apostasía es el modo para que nuestros datos personales desaparezcan de cualquier documento perteneciente a la Iglesia, y así dejar de figurar como miembros de esa gran familia católica donde todos se aman los unos a los otros, van a misa a dejar la limosna, marcan una "x" en la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta... mientras los curas pederastas se forran y el Tercer Mundo se hunde en su miseria.
Poco a poco, tenemos que conseguir que este país sea definitivamente laico, presionando al Gobierno para que se supriman los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede, para que deje de financiarse a la Iglesia desde las arcas públicas, para que desaparezcan los crucifijos y las Biblias de los edificios públicos... En definitiva, para que se trate a la Iglesia Católica igual que a las demás confesiones religiosas. Y en lo que al esfuerzo individual se refiere, ejercer el derecho a la apostasía es un paso muy importante para conseguir este objetivo.
En la siguiente página (www.apostasia.es) tenéis toda la información con los pasos que debéis seguir para apostatar. Si no creemos en nuestra participación en la Iglesia Católica, la apostasía es el camino a seguir. Y nuestro derecho. Y jamás debemos dejar de ejercer los derechos que nos pertenecen.
Gorka L.P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario